Afrontar mentalmente las lesiones deportivas
Hasay dice que pasó por una amplia gama de emociones cuando se dio cuenta de la gravedad de su lesión. “Realmente tuvimos que pensar a largo plazo”, dice Hasay. “Reconocer el problema facilita el desarrollo de un plan de recuperación: “Es importante aceptar primero el verdadero alcance de la lesión, para poder hacer una evaluación honesta de lo que se necesita para volver”, dice Shepphird. 2. Tratar la recuperación como un entrenamiento
Cuando un corredor tiene una carrera objetivo a la vista, escribe un plan de entrenamiento que incluye todos los ingredientes necesarios para prepararse de la mejor manera. Cuando esa carrera ya no es una opción, una forma de afrontar la depresión es empezar a tratar el proceso de rehabilitación como si fuera un entrenamiento.”[Intente ver] la rehabilitación como una forma de entrenamiento, en lugar de como un mero impedimento en su carrera deportiva”, dice Chris Carr, psicólogo deportivo y de rendimiento del Centro Deportivo St. Vincent de Indianápolis. También anima a los atletas a establecer objetivos realistas relacionados con el entrenamiento cruzado o ejercicios de fuerza a lo largo del camino.3. Utilizar habilidades de entrenamiento mental
Cómo afrontar mentalmente una lesión
Las lesiones son frecuentes en muchos deportes, sobre todo en los de contacto o de alta intensidad. Algunas de las lesiones deportivas más comunes son las lesiones de tejidos blandos (como las distensiones de isquiotibiales o inguinales), las lesiones articulares (como las lesiones de rodilla, hombro, tobillo y codo), las lesiones óseas (como las fracturas por estrés) y las lesiones craneales (como las conmociones cerebrales).1
Las lesiones deportivas varían considerablemente en cuanto a tipo y gravedad, y los programas de recuperación física deben adaptarse a las necesidades individuales de cada persona. Sin embargo, hay algunos aspectos generales de la recuperación física que son relevantes para todas las lesiones.3
Inmediatamente después de la lesión, la primera fase de la recuperación física suele consistir en una fase de “descarga”. El aspecto clave de esta fase es proteger la parte del cuerpo lesionada de actividades que puedan perjudicar el proceso de curación. Las lesiones de tejidos blandos, como las distensiones de isquiotibiales o inguinales, requieren la utilización del protocolo RICER: Reposo, Hielo, Compresión, Elevación y Derivación.3 Las lesiones articulares, como las de hombro, rodilla, codo o tobillo, suelen requerir un tratamiento específico que a menudo implica un periodo de inmovilización.4
Prevención de lesiones en el deporte
El running -y, de hecho, el atletismo en su conjunto- es un deporte que nivela las cosas. Un resultado decepcionante en una carrera sirve de motivación para la siguiente tanda de entrenamiento. Una carrera bien hecha es una reivindicación del trabajo previo.
Los beneficios asociados al running, como los de cualquier ejercicio regular, son bien conocidos, pero ¿qué ocurre cuando el deporte ya no es una opción, cuando una lesión de larga duración ha hecho que el running ya no pueda proporcionar esa salida al estrés y las tensiones cotidianas?
Sentirse decaído y perder el brío son reacciones perfectamente normales a una lesión y, cuando aparezcan, no te castigues por haber perdido esa positividad. Ve una película, come algo rico y acepta que hay momentos en los que te sentirás desanimado. Puede que duren más de lo que esperas, pero la autocompasión no es ninguna debilidad.
Sin embargo, descubrirá que aquellos que le ayudaron al principio seguirán queriendo ayudarle. Hablar con ellos y contarles lo que te preocupa es una forma saludable de aceptar tu lesión. Intenta no reprimir tus sentimientos hasta que sea demasiado tarde. Es probable que esto moleste más a tus seres queridos que hablar con ellos.
Lesiones deportivas
Mientras se practica deporte, los accidentes ocurren de repente, causando lesiones de leves a graves. Aunque las estrategias de prevención pueden limitar las lesiones y su gravedad, una colisión inesperada al dar un paso en falso en el campo puede provocar lesiones graves y dolorosas. Por lo tanto, prepárate para actuar lo antes posible cuando esto ocurra. Lo ideal es que el deportista disponga de un botiquín de primeros auxilios bien surtido; si no es así, busque ayuda médica inmediatamente.
Durante la práctica deportiva, las personas pueden sufrir diversas lesiones. Pueden clasificarse como agudas o crónicas. Por lo tanto, sería prudente que cualquier deportista aprendiera a tratar algunas lesiones deportivas comunes.
A medida que las lesiones crónicas se desarrollan con el tiempo, resulta más fácil encontrar el tratamiento médico adecuado para solucionarlas. Por ejemplo, si siente dolor en el hombro mientras practica su deporte o hace ejercicio, puede consultar a un especialista en hombros para recibir tratamiento o a un fisioterapeuta.
Pero en el caso de las lesiones agudas, suelen necesitar primeros auxilios, una forma de tratamiento de urgencia que se administra hasta que llega la asistencia médica. Cuando se practican deportes, sobre todo los que pueden causar lesiones agudas, como el fútbol, la lucha libre, etc., es muy importante saber administrar primeros auxilios. También es importante que lleves contigo suministros como bolsas de hielo, vendajes para heridas, férulas, toallitas con alcohol y una barrera respiratoria para realizar la reanimación cardiopulmonar.